Visitas,asecas.

domingo, junio 03, 2012

Era solo una corriente eléctrica.

Te miré y me tuviste por completo en ese momento.

Te acercaste tanto a mí que, sentí una corriente eléctrica moviéndose por todo mi cuerpo.
Besaste mi cuello, podía sentir tu respiración en mi nuca.
Y solo nos dejábamos llevar.
Fue entonces, cuando deseé con todas mis fuerzas el tenerte.
Necesitaba que me demostraras que me amarías hasta el fin de los días. Hasta el fin del mundo.
Y tus labios se juntaban con los míos, éramos imanes.
Me acariciaste con tanta delicadeza, habías hecho que el mundo no existiera. Solo tú.
Deseaste verme todas las mañanas en tu cama.
Respiraba con tu aliento...
Ámame todos los días de tu vida.
Deséame cada noche, cada mañana.
Siénteme a cada segundo.
Sé que si no me tienes reventarías, sé que si no estoy contigo todo se convierte en una tortura.
Me buscarás por tierra y por mar, morirás sin mis besos, sin tenerme en tus noches...
Deséame ahora. Siénteme. Ámame.

viernes, abril 27, 2012

Solo entendía la vida, si era con él.

Ella siente como flota, como su cuerpo se había descontrolado.
Un mundo de emociones recorre su cuerpo. Se siente feliz.
No cree lo que ha hecho, nunca pensó que haría esto. Sonríe con aires de graciosa.
Camina hacia la habitación, se para en la puerta de esta y lo mira. Él esta ahí.
Aún piensa que lo que ha sucedido, ha sido una completa locura, pero sin embargo, no se arrepiente. Sigue con la idea de que, el amor, se define como una locura que haces por la persona con la que estas dispuesta a darlo todo, así que, ¿Por qué arrepentirse? Se muerde el labio.
Siente como una felicidad intensa le invade. Nunca se había sentido así.
Se le escapa una carcajada.
Él, desde la cama, ríe entre dientes, pero aún mantiene sus ojos cerrados.
Ella sale otra vez de la habitación, ahora se dirige a la cocina, a preparar su desayuno. Se prepara el típico chocolate de todas las mañanas mientras canta su canción favorita. Le da un sorbo, la espuma mancha su nariz, ella sigue riendo, todo le resulta gracioso.
De repente, siente las manos de su chico acariciando su cintura y sus labios rozando su cuello.
Ella ríe entre dientes.                                                  
-¿Hoy también nos fugaremos?-preguntó ella riendo.
-No, hoy y el resto de los días no hará falta fugarnos, estaremos todos los días que nos quedan por vivir juntos, sin que nos separen. - respondió él, en un susurro.
-No me sueltes nunca- dijo ella abrazándolo fuertemente.
-Jamás lo haría- respondió él.
Él había decidido tener una vida junto a ella. Ella había decidido dejar todo por él.