Visitas,asecas.

domingo, septiembre 11, 2016

Receta para el amor contigo


-2 viajes a Capri, 1 viaje a París, 1 viaje en barco para rematar.
-1 noche tranquila.
-1 restaurante (a ser posible italiano).
-1 carta con innovaciones.
-5 raciones de miadas.
-3 cucharadas de picardía (morderse el labio si es posible).
-6 sonrisas nerviosas y 7 risas de comodidad.

Planes del viaje de mañana. Esperamos que pagues la cuenta.

-1 salón (con música de fondo).
-2 vuelas cogiendo tu mano: no me sueltes que me caigo.
-4 raciones (o más) de besos que quepan en mi boca.
-2 caricias en la espalda: 3 caricias en tu cuello.
-1/2 cucharada de dulzura.
-1 cucharada de pasión.
-2 cucharadas de cariño.
-Una pizca de risas.
-1 juego de manos para desabrochar tu camisa.
-1 juego de manos para quitarme el vestido (añadir un poco de ayuda para desabrochar sujetador)

Esperar a cocción.
 Asegurar invertir más minutos en caricias (cuantas te quepan en el cuerpo), 
besos (cuantos hagan falta para subir la temperatura) 
y suspiros (cuantos hagan falta para dejarnos sin aliento).





viernes, abril 01, 2016

El amor es hoy.

Los músicos de hoy
rompen corazones,
tararean sonrisas,
tocan romances.

Los poetas,
te dibujan en verso,
te recitan el alma,
te escriben en páginas.

Y yo,
te miro,
pulso "pause" y memorizo tu risa,
susurro al viento tu nombre,
le digo a mi cama que te robe en sueños
y al Sol que no te apague nunca.

Y tú, que corres en calles,
haces que tu falda baile para mi,
me susurras "te quiero" y
me gritas desamor.
Dices a los poetas que reciten tu silueta y,
susurras a los músicos que te estudien en solfeo.

Me arriesgas a besos,
me pierdes en reproches,
y me vuelves a ganar.

Olvidamos en dejarnos,
sin aprender a querernos.
Y a mi me tienes calado,
y yo a ti te tengo.

martes, enero 05, 2016

Perfección gramatical.

Te describiría
como mi poema favorito,
como los besos que se dan los amantes,
como las 12 de un 31.

Te describiría
como una tarde de verano en pleno invierno,
como el destino impredecible de un futuro contigo,
como las risas de una pareja en un sofá,
como el sexo en un probador.

Eres todas esas cosas que tiene la vida
y por eso te quiero
y por eso te vivo y recorro a cada tramo,
memorizando todos y cada uno de tus rincones,
vértices, escaleras, abismos y lunares.

Aún sigo buscando
palabras que te describan,
canciones que digan tu nombre y  griten los “te quiero” que nos diremos,
poetas que reciten tu locura en el retiro.


Perdóname si no los encuentro, pero es que no existe nada que pueda detallarte.





miércoles, noviembre 11, 2015

El sentido del gusto

Sabes a
una noche de un Viernes,
un baile que atrapa.

Sabes a
Ginebra y sexo por las noches,
a resaca del día siguiente.

Sabes a
todas las tormentas
que existen y enamoran.

Sabes a
terremotos,
canciones de Pol,
el poemario de Neruda.

Sabes a tantas cosas que,
hasta tus besos,
en mis lunares,
saben a "te tengo ganas".

Y mírate,
loca y valiente,
tirándome  hacia el filo,
tu precipicio,
qué paisaje.

Y mírame,
claro y cobarde,
dedicándote 4, 5, 6 o más versos.

Y es que,
me gusta que te gusten mis versos,
porque tú,
eres todos los versos
de mis poemas.



lunes, noviembre 02, 2015

Y qué ganas

Llegaste
con tacones en la mano,
caminando de puntillas,
sigilosa.

Llegaste
risueña,
con ganas de fiesta,
con ganas de fiesta
en la cama.

Tenías ganas de risas,
de rosas
y de bares.
Tenías ganas de tequila,
de revolución,
de libertad.

Y qué bonita era tu libertad
y qué bonita eras tú al llegar de fiesta.
Tu imagen describía la noche,
la noche de un Viernes
y el amanecer de un Domingo.

Y qué ganas de ayudarte
Y qué ganas de desnudarte
Y qué ganas de verte dormir,
porque cuando dormías,
sabías a domingo de té y cama,
de poesía y tú,
de nosotros.


domingo, junio 03, 2012

Era solo una corriente eléctrica.

Te miré y me tuviste por completo en ese momento.

Te acercaste tanto a mí que, sentí una corriente eléctrica moviéndose por todo mi cuerpo.
Besaste mi cuello, podía sentir tu respiración en mi nuca.
Y solo nos dejábamos llevar.
Fue entonces, cuando deseé con todas mis fuerzas el tenerte.
Necesitaba que me demostraras que me amarías hasta el fin de los días. Hasta el fin del mundo.
Y tus labios se juntaban con los míos, éramos imanes.
Me acariciaste con tanta delicadeza, habías hecho que el mundo no existiera. Solo tú.
Deseaste verme todas las mañanas en tu cama.
Respiraba con tu aliento...
Ámame todos los días de tu vida.
Deséame cada noche, cada mañana.
Siénteme a cada segundo.
Sé que si no me tienes reventarías, sé que si no estoy contigo todo se convierte en una tortura.
Me buscarás por tierra y por mar, morirás sin mis besos, sin tenerme en tus noches...
Deséame ahora. Siénteme. Ámame.

viernes, abril 27, 2012

Solo entendía la vida, si era con él.

Ella siente como flota, como su cuerpo se había descontrolado.
Un mundo de emociones recorre su cuerpo. Se siente feliz.
No cree lo que ha hecho, nunca pensó que haría esto. Sonríe con aires de graciosa.
Camina hacia la habitación, se para en la puerta de esta y lo mira. Él esta ahí.
Aún piensa que lo que ha sucedido, ha sido una completa locura, pero sin embargo, no se arrepiente. Sigue con la idea de que, el amor, se define como una locura que haces por la persona con la que estas dispuesta a darlo todo, así que, ¿Por qué arrepentirse? Se muerde el labio.
Siente como una felicidad intensa le invade. Nunca se había sentido así.
Se le escapa una carcajada.
Él, desde la cama, ríe entre dientes, pero aún mantiene sus ojos cerrados.
Ella sale otra vez de la habitación, ahora se dirige a la cocina, a preparar su desayuno. Se prepara el típico chocolate de todas las mañanas mientras canta su canción favorita. Le da un sorbo, la espuma mancha su nariz, ella sigue riendo, todo le resulta gracioso.
De repente, siente las manos de su chico acariciando su cintura y sus labios rozando su cuello.
Ella ríe entre dientes.                                                  
-¿Hoy también nos fugaremos?-preguntó ella riendo.
-No, hoy y el resto de los días no hará falta fugarnos, estaremos todos los días que nos quedan por vivir juntos, sin que nos separen. - respondió él, en un susurro.
-No me sueltes nunca- dijo ella abrazándolo fuertemente.
-Jamás lo haría- respondió él.
Él había decidido tener una vida junto a ella. Ella había decidido dejar todo por él.